La naturaleza es un amplificador directo de nuestro crecimiento personal y esto se debe al aporte de esos recursos y elementos tan beneficiosos que allí se encuentran como son el aire puro, la calidez del sol, la paz del agua, el frescor de la vegetación…
Todos estos aportes se reflejan en un aumento directo de nuestro bienestar a través de sensaciones directas como son la calma, la confianza, la gratitud y la felicidad del momento que penetra a través de los sentidos.
Son muchos los efectos positivos que nos genera el contacto frecuente y directo con la naturaleza, pero hoy quiero destacar aquellos que de forma inmediata sentimos en nosotros mismos:
• Reducción de los niveles de cortisol (por tanto menos estrés). • Mejora de la capacidad de atención y la conciencia plena. • Nos sitúa y centra en el presente, el momento actual. • Beneficia nuestra autoestima. • Multiplica la creatividad, la curiosidad y las ganas de aprender y emprender. • Recibimos un aporte extraordinario de energía y positividad.
Por todas estas razones y muchas más, el contacto con la naturaleza es parte esencial de mi vida y mi crecimiento personal .
¿𝘘𝘶é 𝘮𝘦 𝘥𝘪𝘤𝘦𝘴? ¿𝘛𝘦 𝘢𝘱𝘶𝘯𝘵𝘢𝘴 𝘢 𝘦𝘭𝘭𝘰? ¡𝘝𝘢𝘮𝘰𝘴 𝘢 𝘤𝘳𝘦𝘤𝘦𝘳!
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