Es evidente que en determinados momentos de la vida nos toca afrontar (digo afrontar y no enfrentar de forma consciente), situaciones para las que creemos no estar preparad@s. Realmente y aunque no somos siempre conocedor@s de ello, somos más capaces de lo que pensamos, aunque la verdadera dificultad está en conocer el camino, el método, el sistema o los recursos que tenemos a nuestro alcance y que nos pueden llevar a afrontar e incluso a salir enriquecid@s como personas de situaciones que a priori parecen haber llegado para destrozar lo que creemos es nuestra vida ideal.
Bajo mi propia experiencia, cuando las enfermedades se me presentaron, en primer lugar me frustré, luego me enfrenté y la clave estuvo cuando las afronté. Aceptar la situación analizarla y afrontarla me hicieron con una nueva vida que a día de hoy disfruto plenamente.
Sin saber en un principio como hacerlo, y más adelante escuchando mi cuerpo y mi alma llegué a un camino que mejoró mi físico y mi mente, me hizo ver a mis enfermedades como maestras y a mi misma como un ser perfectamente capacitado para afrontar y sacar un enriquecedor aprendizaje de todo ello.
A día de hoy, y gracias a que soy consciente de que soy capaz, estoy en una constante formación física, mental y emocional, nutriéndome de conocimientos enriquecedores que me proporcionan la calidad de vida que quiero y que comparto como testimonio para quienes les pueda servir. A día de hoy sigo mejorando de forma constante mi bienestar, y disfruto de un estilo de vida que antes ni conseguía imaginar y estoy plenamente segura que al igual que yo, cada persona que lo pretende, es capaz, más capaz de lo que en un principio piensa, capaz de dar la vuelta a una situación que en un principio parece llegar como obstáculo y convertirla en un valioso recurso para el resto de su vida.
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